Martin Fierro 2018:
el rating es de las mujeres pero la tele sigue siendo de los machirulos
Morena Pardo para Manifiesta
El reclamo por el aborto legal invadió "la entrega de premios más importante de la televisión argentina", pero no sin polémicas. Crónica de una velada para el recuerdo y el análisis
Ay, los Martín Fierro. Esos premios que vota APTRA en algún lugar de la casa de su presidente Luis Ventura, que a nadie le importan realmente hasta que lxs nominan y que el resto, de vez en cuando miramos con placer culposo porque total es domingo a la noche y son lo más parecido que tenemos a nivel local a un evento glamoroso y farandulero.
Pero esta vez, "la entrega de premios más importante de la televisión argentina" tuvo una atención especial: la de las feministas, que en un momento clave del debate por el aborto legal, seguro y gratuito, no queríamos perdernos qué decían (y vestían) al respecto las actrices argentinas y la farándula en general. Y no defraudaron: hubo alfombra roja teñida de verde, pañuelos de la Campaña por doquier, intentos flacos de hablar del tema por parte de la organización, y premios a lo peor del machismo y la misoginia de la televisión.
La cosa empezó incluso algunas semanas antes de la ceremonia, que para empezar tuvo lugar justamente un 3 de junio: la fecha que las mujeres elegimos para gritar #NiUnaMenos desde el 2015. Pero como la asamblea feminista de CABA decidió marchar el lunes 4, se les perdonó un poco usurpar un día de lucha con farandulismo. Inmediatamente, la capitana Dolores Fonzi agitó a la colectiva de Actrices Argentinas (conformada ad hoc para hacer fuerza masiva por la legalización del aborto) a tomar la modalidad de las actrices estadounidenses (que fueron de negro a los Golden Globe por la campaña Time's Up y Me Too) e ir todas vestidas de verde a los Martín Fierro.
Muchas alegaron que ya tenían el outfit definido y decidieron agregar algún detalle verde al look: así que es que muchas irrumpieron en la alfombra roja con cintas, broches, collares, bufandas o aros verdes. Algunas osadas como Julieta Ortega y la guionista Marta Betoldi lucieron vestidos verdes o de tonalidades afines. Muchas que no tuvieron oportunidad de subir al escenario como Connie Ansaldi, Verónica Lozano, Laura Ufbal o la nieta de Susana, también mostraron accesorios verdes. Adrián Suar, Pablo Codevila, Santiago del Moro y el chef Christophe fueron algunos de los varones que bancaron haciendo lo propio.
El mismísimo comienzo de los Martín Fierro, que tuvieron lugar en el Hotel Alvear Icon imitando formato de ceremonia yankee y contaron con la siempre sosa conducción de Marley, auguraba su edición más feminista de la historia. El puntapié lo dio ni más ni menos Lali Espósito cantando en vivo desde la terraza del hotel: al final de su performance, Lali levantó el pañuelo de la Campaña en el aire. Para muchxs, sobre todo para quienes recuerdan aquellas tristes declaraciones de la ídola teen de no ser "ni feminista ni machista", Lali todavía resulta una aliada inesperada en la lucha por el aborto. Bienvenida, Lali, te estábamos esperando.
https://www.youtube.com/watch?v=v7jU8MOx1R4
La primer estatuilla de la noche fue para Telefé Noticias, que ganó como mejor noticiero. La conductora Cristina Pérez dio la sorpresa y se puso fuertemente abortera en el agradecimiento: "Señores legisladores, no tengan miedo a la libertad de las mujeres. En nombre de todas las mujeres argentinas, hagan historia y voten por el aborto legal, seguro y gratuito", dijo y aplaudimos todas en casa. ¡Qué nochecita se venía!
Pero hubo que esperar bastante más para volver a ver verde en el escenario. Varios chongos pasaron y juntaron premios (Gerardo Rozín, Facundo Pastor, los muchachos de Locos por el Fútbol) sin decir nada ni remotamente relacionado con el aborto o el 3J. Cuando se anunció la terna a Mejor Autor o Libretista, Erika Halvorsen (guionista de Amar Después de Amar) se mostró en pantalla con el pañuelo. Además, mostró en Twitter que ella y su pareja Diego Iglesias fueron con accesorios verdes (corbata y sobre respectivamente) y que también pidió el "menú verde". Tranqui, Erika, los ravioles no son abortistas.
Inmediatamente después, terna a Mejor Actriz de Reparto. Un dato interesante es que dos de las nominadas habían interpretado a lesbianas: Julieta Nair Calvo fue la irresistible Jazmín en Las Estrellas y Luz Cipriota, a Bianca en El Maestro. Ganó Luz, recibió la estatuilla con aros verdes, no dijo nada del aborto y encima se rompieron los corazones de todas las que seguimos enamoradas de Julieta. Primero porque no ganó y segundo porque no llevaba nada verde, a diferencia de su hermano Lucho al que bancamos.
Más chabones ganaron premios a mejor director, mejor publicidad, mejor cortina musical y otras cosas importantes. Hasta que Mariana Contartessi se llevó el reconocimiento por su labor periodística femenina en América y el aborto volvió a ser palabra explícita. Además de subir con el pañuelo en mano, la periodista dijo: "Están en un tiempo único y memorable para dejar las creencias y la fe de lado y hablar de la salud pública, apoyando la ley de aborto legal y seguro". Además, se solidarizó con los despedidos de los medios públicos que se manifestaron fuera del hotel y fueron totalmente ninguneados por la televisación.
https://www.youtube.com/watch?v=qxlsJttEWjc
El premio a mejor movilerx era una oportunidad para alzar las banderas verdes a viva voz. Si lo ganaba Valeria Sampedro, claro. Pero lo ganó Guillermo Panizza, el único chabón ternado, que encima dijo que se había olvidado de ponerse la corbata verde por Ferro y tiró un "vamos a volver" en relación a su equipo de fútbol y algún ascenso de categoría. Rancio. Llegó la terna a revelación del año y la nominada Carla Quevedo se mostró en pantalla con el pañuelo, pero otra vez ganó el único hombre de la categoría.
Otro momento de, al menos, mucha visibilidad de pañuelo verde fue el de anunciar las nominadas a mejor actriz protagónica en ficción diaria. Las tres nominadas: Eleonora Wexler, Natalie Pérez y Violeta Urtizberea mostraron el querido trapo de la Campaña en pantalla antes de que Marley anunciara a la ganadora. Urtizberea se llevó el Martín Fierro por su Flor en Las Estrellas, una chica con síndrome de Tourette que se enamora de otra chica. Abrazó la estatuilla con el pañuelo, pero estuvo floja de discurso (una constante de toda la noche): "Visto al Martín Fierro de verde y las mujeres sean unidas porque esa es la ley primera. Si entre ellas se pelean, las devoran los de afuera". Bueno, Viole, está bien, gracias.
Las Estrellas también ganaron como Mejor Ficción Diaria y a pesar de que casi todas subieron usando algo verde, nadie dijo absolutamente nada del aborto. A esta altura, en Twitter, donde transcurría el intercambio minuto a minuto entre feministas sobre lo que ocurría en pantalla, ya estaban desconfiando del compromiso real detrás de tanto verde superficial. Y de ahí las lecturas y las preguntas posibles son varias: ¿posicionarse a favor del aborto es apenas lo políticamente correcto de este momento histórico? ¿Esta movida simbólica en un espacio complejo como los Martín Fierro tiene alguna potencia remotamente transformadora?
Primero, veamos lo positivo: el aborto está definitivamente fuera del closet. Hace apenas un año, hubiera resultado impensado que el pañuelo de la Campaña llegase al Congreso, a la pantalla chica y mucho menos a una gala donde prima la superficialidad farandulera. En ese sentido, la irrupción de nuestro reclamo histórico en los Martín Fierro es completamente valiosa aún cuando se hubiera necesitado más contundencia discursiva por parte de quienes lo apoyan.
Otra buena: detrás de la aparente mera corrección política de ponerse algo verde, hay una colectiva de Actrices Argentinas formada para bancar la legalización del aborto. Muchas de ellas hablaron en el Congreso y otras tantas, comandadas por la referenta definitiva Dolores Fonzi, se movilizaron esa misma tarde de la ceremonia al edificio de los legisladores para seguir marcando la cancha en favor de la ley. Actrices de enorme popularidad e influencia poniendo su rostro, su voz y su visibilidad pública en favor de una causa que hicieron suya.
Pero antes de pensar los puntos más negativos o al menos conflictivos de esta movida, hablemos de lo realmente horrible que también tuvieron los Martín Fierro. Muchos ganadores hombres en categorías con nominaciones mixtas y demasiadxs reconocimientos a figuras a las que no les cabe otro adjetivo que rancio. Sea lo que sea que representen o representaron algunas personas, ya está viejo y no sirve más: Susana Giménez se llevó como cuatro estatuillas, se homenajeó (sí, otra vez) a Mirtha Legrand y se premió a Chiche Gelblung.
Sin dudas, lo peor de toda la ceremonia fue el premio a Polémica en el Bar como mejor humorístico. Aunque semejante cosa hubiera sido repudiable en cualquier momento, justo ese domingo resultó peor que nunca. Es que esa tarde se había dado al aire una situación que rápidamente suscitó el repudio masivo: el conductor Mariano Iúdica y uno de sus minions habían besado a la fuerza a su compañera Pía Shaw. "Si besás a uno, nos tenés que besar a todos. Es por la diversidad", decían los nefastos mientras perseguían a la chica por el piso.
Todo lo que hay para decir de Polémica en el Bar, en tanto representación máxima del machismo más explícito y la misogonia más impune en televisión, lo dijo el propio Iúdica mientras agradecía el premio junto a un ejército de machirulos: "Esto fue concebido por Gerardo y Hugo Sofovich hace 55 años" y "Daniel Vila, este es tu fetiche". También habló de estar "aprendiendo de las nuevas generaciones" en esto de hacer "humor popular argentino". Y ante esto no reaccionamos sólo las feministas en nuestras casas, Erika Halvorsen twitteó desde la ceremonia con bastante elocuencia:
Poco después, pasó algo tan inesperado como contradictorio. Marley venía anunciando un evento "realmente muy emotivo" de la ceremonia y todxs pensábamos que se refería al típico obituario. Pero lo que tanto anticipó fue el momento Ni Una Menos oficial: el conductor recordó la fecha, por las dudas aclaró que todos están "a favor de esta campaña" y marcó el pase a Nancy Dupláa y Carla Peterson, las protagonistas de la tira del momento, que inexplicablemente desde el Puente de la Mujer en Puerto Madero, y luciendo pañuelos verdes, dijeron dos o tres cositas de la violencia machista y anunciaron el premio a mejor conducción femenina. Lo ganó Su Giménez, de paso. Quizás Vero Lozano hubiera dicho algo alusivo al aborto, quizás no.
Otra polémica (lejos del bar) fue la de Eva de Dominici. La actriz evitó el verde pero se la jugó con un vestido que tenía escritas consignas a favor del aborto y la educación sexual integral. Cuando inesperadamente ganó el premio a mejor actriz de unitario (por sobre Inés Estevez y Eleonora Wexler), su discurso fue breve pero lo coronó con un fuerte y claro pedido por el "aborto legal, seguro y gratuito para todas". El problema acá fue que, cuando Calu Rivero y otras chicas denunciaron a Darthés por acoso, Eva salió a bancar al actor y a cruzarse con lxs que lo defenestraban. La próxima, más sororidad con las compañeras además de con las causas.
El resto de la ceremonia pasó sin demasiadas penas ni glorias. Premios para Guido Kaczka, Luis Brandoni, Piñón Fijo, Pamela David, Showmatch y otros irrelevantes. El tercero en hablar claramente de aborto fue un varón: Esteban Lamothe, que además de lucir el pañuelo en la muñeca, pidió por la legalización en su discurso de agradecimiento y se llevó los elogios de todas sus compañeras actrices. Hacia el final, Juan Minujin y Martina Gusman entregaron el Oro con un pañuelo al hombro y un productor de Turner dijo estar "a favor de las dos vidas", suscitando una respuesta contundente: el silencio más absoluto en la sala en toda la noche.
En términos institucionales, los Martín Fierro siguen siendo indefendibles y están lejos de ser un posible bastión de transformación social o feminista. Los esfuerzos por no quedarse afuera y lucir su mejor maquillaje progre incorporando palabras sobre Ni Una Menos fueron insuficientes y claramente forzados. Además, las buenas intenciones quedaron completamente invalidados dado que se siguieron celebrando a programas tan repudiables como Polémica en el Bar.
En un sentido más amplio, pensando la movida de las actrices y el acatamiento de varixs, sin dudas hay mucho para rescatar. En días decisivos de cara a la votación en Diputados, que podría resultar en una media sanción, todo posicionamiento público en favor del aborto suma a la presión social que deberían estar sintiendo lxs legisladorxs y sus lobbistas. Si somos estrictamente pragmáticos, podemos olvidarnos momentáneamente si las motivaciones son sinceras o apenas circunstanciales y reconocer que estos gestos fortalecen la opinión pública.
Hace varios meses, algunas referentas hicieron una aparición histórica en Intrusos y, cuando llovieron las dudas por tomar un espacio de Jorge Rial, supimos afirmar que el rating se había vuelto feminista. Los Martín Fierro seguirán siendo los Martín Fierro y de los machirulos, pero esta edición quedará en la historia, gracias a las mujeres que prometen cambiarlo todo, incluso los cimientos patriarcales más arraigados de la televisión argentina, un pañuelo verde a la vez.