Las educación pública no se vende, se defiende.

Que vuelva Blockbuster, que vuelvan los heladitos chetos, el cine de autor y Muriel's wedding. Que vuelva el carnaval en plaza Armenia y el brunch en Big Mamma's. Que vuelva el viaje en el día a Colonia a comer pamplonas. Que vuelva el viaje de egresados a Cancún o a Buzios. Que vuelva ClubMed, que vuelva Punta Cana y sus resorts con casinos, donde les niñes gordites podíamos quedarnos bajo el cuidado de una animadora mientras nuestres viejes se iban al casino. Que vuelvan los paseos en lancha por El Tigre, la conservadora llena de hielo y latitas de coca.

 

Que vuelva el ICQ, todavía me acuerdo el número de registro: 69433709. Me lo tatuaría, si les judíes no tuviéramos mambos con taturanos números. Que vuelva la colonia de vacaciones de Ferro, las tardes en Pontevedra al sol, el sanguchito de milanesa fría con el sachet de mayonesa, la hoja de lechuga mustia y el tomate aguachento.

 

Que vuelva la ropa de Gap que me traía mi abuela todos los veranos. Quiero mi bucito lila con cuello alto y cierre, que venía con otro igual, pero verde manzana. Que vuelva mi walkman Sony con el cassette rosa de ¿Dónde están los ladrones?. Que vuelvan las tardes con Mercedes en el dos ambientes en el que vivía con su mamá, su papá y su hermana, escuchando las Spice y decidiendo qué Backstreet boy nos gustaba más. A mí me gustaba ella, pero no se lo decía.

 

Que vuelvan los libros de cocina para la mujer práctica de hoy con recetas para microondas. Que vuelva Choly Berreteaga a iluminar la pantalla de Canal 9 Libertad en la hora de Utilísima que después fue Utilísima y recién después Utilísima Satelital, mucho antes de la llegada de Narda y Dolly a nuestras vidas. La mejor versión de la colonización cheta.

 

Que vuelva Cebollitas subcampeón, los Supercampeones y los Caballeros del Zodíaco. Que vuelva Sailor Moon y Frutillitas para los días de nostalgia. Que vuelva Seventh Heaven los sábados a la mañana. Que vuelva Sprayette cada madrugada de insomnio después de la paja hecha con lo que lográbamos entender del codificado de Playboy o, las más sutiles, con la programación de Film Zone.

 

Que vuelva el módem que se conectaba al teléfono, el ruidito irreproducible pero inolvidable, el grito de tu vieja para que te desconectes que necesitaba hablar por trabajo y vos boludeando con la computadora. Que vuelva Caro cuore con los conjuntos a veinte pesos, los breteles de colores intercambiables con todos los de la línea Teen. Que vuelva Agustina Cherri remando en Costa Esperanza. Que vuelva la coca diet, no la light, diet. Que vuelvan las cerealitas y el Philadelphia en pan. Que vuelva el capuchino instantáneo que venía en lata rectangular con sabor francés o vainilla o italiano o avellana. Que vuelva Kio. Que no vuelva el tiro bajo, eso sí que no. Que vuelva los patines adaptables a las zapatillas, los de Xuxa. Que vuelvan las Paquitas, Muñeca Brava, Marymar y María la del barrio.

 

Que vuelva Gilda, que vuelva Rodrigo y la época dorada de la Bomba Tucumana. Que vuelva Edda Bustamante y el punk rock. Que no vuelvan los músicos que hacían letras sobre violar nenas de siete años. Pero que vuelva Hacelo x mí. Que vuelva CQC, si quiere, pero que vuelva La Negra con Torto, eso sí que no está en discusión.

 

Que vuelva Lohana peleándose en lo de Mirtha contra Lucía la vecina que no quería a las travas en sus cuadras de Villa Luro o de Palermo.

 

Que vuelva Susana casándose con Darín en loop. Que vuelva A la cama con Moria. Que vuelva Ritmo de la Noche, los Cadillacs y Los Simpson los domingos a las 20:30.

 

Que vuelva Muchmusic, mejor no. Que vuelva No doubt. Que vuelva The Cure y las piernas de Fabi Cantilo. Que vuelva Amigovios. Que vuelva la orca Belén a Mundo Marino.

 

Que vuelva la carpa blanca y Norma Plá. Que vuelvan Las Manos de Filippi. Que vuelva Delicity y las medialunas con jamón y queso que nos preparaba Kika a mi tío y a mí en lo de mi abuela. Que vuelva Soda, que vuelva Serú -qué embole, pero si quieren, también ellos bienvenidos-. Que vuelva Moura. Que vuelvan todes les muertes por el VIH SIDA. Que vuelva Teresa Rodríguez. Que vuelva el corte de ruta y asamblea y que en todos lados se vea el poder de la clase obrera.

 

Que vuelva la pelea contra la Ley Federal de Educación y contra el EGB. Que vuelvan los festivales de las Madres y Abuelas y de Hijos con y sin puntito. Que vuelva el MTA, que vuelva el grupo de los ocho y Germán Abdala. Que vuelva el Varela Varelita y Chacho regalándome flores un sábado a la tarde. Que vuelva San Lorenzo a Boedo, aunque los noventa sin cancha propia estuvieron bien. Que vuelva Jugate conmigo, que vuelva el metejón. Que vuelva la crisis del Tequila y Todo por dos pesos.

 

Que vuelva el bodegón de Alsina y Rincón. Que vuelva la mesa de escraches a los dictadores y represores. Que vuelva Tango Feroz. Que vuelvan las camisetas blancas en invierno, las musculosas de morley en verano. Que vuelva Rexina. Que vuelvan los cospeles de subte y los teléfonos públicos.

Que vuelvan las casas de la juventud. Que vuelvan Los Rodríguez. Que vuelva Cemento. Que vuelvan la Bond y la Quinta avenida. Que vuelvan las manifestaciones con feministas quemando corpiños. Que vuelvan las oscuras golondrinas.

 

Que vuelvan Los Redondos, hagan un Racing y después de Juguetes Perdidos, salga Cristina a ordenar la tropa.