Vivir nuestras banderas.
Antes de viajar, una compa muy querida me dijo que del encuentro ninguna mujer volvía igual.
Viajé, entonces, cargada de expectativas rumbo a Chaco y a mi primer ENM. Sobre todo buscaba empoderarme y renovar fuerzas, todo antes que dejarme vencer por la angustia que genera la coyuntura. Personalmente, siento que el encuentro me ayudó a sanar muchas más ausencias de las que probablemente esté percibiendo en este momento.
El primer impacto fue al llegar a la plaza principal y vernos: tantas y juntas. Allí, hermanadas y sororas nos encontramos respirando lucha colectiva. Es que para mí no fue el encontrarme a mí misma sino encontrarme en todas y con todas; para todas y por todas, las que estuvimos y estamos, las que no pudieron llegar y las que no están.
Creo en dejarme sentir y ser atravesada por lo que nos pasa, así fue como durante el finde se me llenaron los ojos de lágrimas varias veces. La primera, cuando me reencontré con una compa de Mendoza que hacía meses que no veía. La segunda, al ver a la congregación de mujeres de Mendoza marchando durante la tarde del domingo y la tercera, cuando mientras marchaba ese día con mis compañeras, una señora mayor -muy viejita- salió sonriendo a su balcón y atónita nos saludó festejando nuestra presencia entre aplausos. Desde la calle pude ver la alegría en su mirada, ¡vaya a saber cuánto significábamos para ella! Supe más que nunca en ese momento que aunque nos faltan muchas conquistas hay un camino y es juntas.
En cuanto a los talleres; decidí asistir primero un rato al Taller N°9 "Personas transgénero, transexualidades, travestis" entendiéndolo como un espacio donde iba a escuchar, aprender y dejarme atravesar por otras realidades. Luego, fui a participar activamente del Taller N°8 "Mujeres y bisexualidades" ya que milito la bisexualidad como mi identidad política. Allí compartí la tarde con mis compañeras de "Bisexuales Feministas" de Buenos Aires, Chaco, Corrientes y mujeres bisexuales de todo el país. Los debates fueron enriquecedores y me llenó de alegría encontrar tantos acuerdos y consensos con mujeres de tantos lugares y recorridos distintos.
Volví del encuentro renovada. Volví del encuentro empoderada y con muchas más fuerzas para seguir luchando en comunidad contra el heterocispatriarcado capitalista que nos oprime día a día.
Existo porque resisto, así viene siendo gracias al feminismo y ahora también gracias al ENM.