Cumbia y feminismo /
No te vuelvas un pescade, devórate al pescador.
Escribe: Belu Grau
Fotos: Paula Lobariñas
Los contextos neoliberales que hoy en día atraviesa Argentina vienen acompañados de un flow feminista que atraviesa el mar picado y turbio en el cual estamos sumergidas, nadando. Mientras que la cumbia nos invita a una lucha con el canto y el baile, las cuerpas en la calle marchando y luchando.
Esta situación, se asemeja a la distinción entre futuro actual y presente venidero que hacen Berger y Luckmann (1968) la cual puede ser útil a la coyuntura actual, entendida como horizonte de posibilidades. Estos contextos producen nuevo futuro, somos contemporáneas de un futuro que solo de modo parcial será nuestro presente, ya que al mismo tiempo existirán nuevos horizontes; pero estamos entrando al agua, ya elongamos, le pusimos parafina a la tabla y nos vamos limpiando las heridas con agua y con sal.
Presente venidero que produce nuevo futuro y en esta afirmación militamos la idea de Hilda Rais la cual toma de Kate Millet, "Lo personal es político" parafraseando, lo colectivo en comunión es político.
Cumbia senti-pensante.
¿Cómo mezclar este género musical con un movimiento social y cultural? El pensamiento es relacional, mestizo, diría José Martí; sin cumbia no hay feminismo, contestaríamos nosotras. O volviendo al gran pensador de la revolución cubana, el cual afirmaba en Nuestra América, libros y botas de potro, nosotras podríamos transformarlo en un feminismo y cumbia, lucha y agite, cuerpas y baile.
Cuando advertimos que el neoliberalismo viene por la subjetividad de todos y todas nos preguntábamos cual sería la forma de combatir esta realidad, quizás la respuesta no fue de antemano la que pensábamos y quizás tampoco hoy podamos ver que es la correcta, pero, sin embargo, la cumbia atraviesa nuestra vida y la utilizamos como símbolo de lucha, resistencia y amor.
El amor y la lucha tienen que estar de la mano, como la güira, el sintetizador y las melodías pegadizas que te hacen mover la cadera, que te hacen cantar con las manos arriba una realidad social que pretendes combatir, denunciar y exigir.
Re- Existir colectivamente en tiempos neoliberales, siguiendo a Carla Wainsztok, al neoliberalismo no solo le molestan las libertades sino también las igualdades (Wainsztok, 2018), y esas igualdades que no son solo económicas, si no al mismo tiempo simbólicas y culturales. El feminismo propone un combate mano a mano contra el patriarcado capitalista supremacía blanco existente, para exigir esa igualdad.
Nada grande se hace con el odio. El odio es Neoliberal.
Por eso desde la alegría, pero no como revolución de la alegría como vienen a llamarse los perseguidores de sueños y arrebatadores de deseos, los que militan el antipopulismo destruyendo a partir del odio, nosotras le respondemos con alegría, lucha y movimiento, nada grande se hace con la tristeza, como diría Jaureche y también, nos llamamos a la unión, es la hora del recuento, y de la marcha unida, y hemos de andar en cuadro apretado, como la plata en las raíces de los Andes (Martí 2005). El odio es colonial, que elementos marcan esta afirmación, que ellos son los que odian la otredad, ellos odian la igualdad, la oportunidad, la creación de sueños, la creación de canciones.
Cumbia Como practica de denuncia. No se bancan el agite.
"Por el contrario, la enseñanza feminista es una práctica de la pregunta crítica que considera los saberes y las experiencias pasadas y presentes, y supone atravesar lo ordinario, cotidiano para encontrarse con lo asombroso en todos los aspectos de nuestras vidas, nuestras sexualidades, nuestras relaciones afectivas, nuestros saberes, nuestras ignorancias" (Bacci, Oberti, 2018).
El feminismo busca transformar la vida de todas las mujeres, desde una mirada personal, la cumbia feminista en gestación que acompaña con su música a las distintas luchas viene a tomar el feminismo como estilo de vida al mismo tiempo que entiende la reproducción del mensaje a través de la cumbia, el baile y el agite. La cumbia feminista, milita desde sus letras y melodías un rechazo al status quo que nos quiere sumisas, endeudadas y quietas. Planteamos la idea de llevar a cabo una problemática social a la punta de la lengua de todes, que no solo alcance a un sector social si no que se distribuya por todos los bordes y desbordes de ideas y denuncias, cumbia como símbolo de lucha, calle, cuerpa, alegría, agite, denuncia y baile.
Siguiendo la línea de la pedagogía del amor (Wainsztok, 2015) en contra posición a la pedagogía de la crueldad, tomamos la pregunta ¿Cómo nos reímos de los amos (como nos reímos del sistema patriarcal)? Desde el feminismo, desde la solidaridad, la sororidad con la compañera y la resistencia, frente al enemigo principal, la individualidad, encarnada en la meritocracia, en el macrismo.
En este sentido, siguiendo a Bacci y Oberti (2018) "las feministas queremos cambiar las relaciones sociales, la cultura, las relaciones de poder, el reparto de la riqueza social. Una revolución que atraviese cada espacio existente e intervenga sobre todos los aspectos de la vida, porque el capitalismo que nos roba y nos violenta día a día no se puede transformar sin la potencia del feminismo".
De esta manera como una ola transferimos la energía del aire al agua, de la cumbia a las calles. Surfeando en el invierno con todes les compañeres, parafraseando a Emma Goldman, "si no puedo agitar, no es mi revolución".
M. Belén Grau. Socióloga, UBA.
Guirista en Rebelión en la Zanja.
Bibliografía
. Bacci C., Oberti A. (2018). El feminismo es para todo el mundo. Revista Bordes.
. Bell Hooks, El feminismo es para todo el mundo, Buenos Aires: Traficantes de Sueños, 2017
. Peter L.Berger., T. Luckmann. (1968). La construcción social de la realidad, Buenos Aires: Amorrortu.
. José Martí (2005) Nuestra América. Caracas: Biblioteca Ayacucho
. Wainsztok C. (2018). Universidad(es). Revista Bordes.
. Wainsztok, C. et al. (2015) Pedagogías Latinoamericanas, IX Jornadas de Sociología. Facultad de Ciencias Sociales, UBA. Buenos Aires