Dueñas de la esquina


Lucía Pérez murió violada, drogada en manos de hijos sanos del patriarcado que a su antojo dispusieron de su cuerpo. Se conoció la sentencia y al día siguiente nos reunimos las que pudimos frente a Tribunales. Ocho años por tenencia de drogas y una absolución para los femicidas. Nadie mató a Lucía para la Justicia.

 

"Quiero prender fuego todo" llega llorando una chica que no conozco. La miro. "Vos sos la amiga de Nela" me dijo y esperó el sí para abrazarme y descansar el llanto mientras siento la humedad que traspasa la tela de la camisa y me moja el cuerpo. Pienso. No pregunto. Abrazo.

 

"Yo también tengo ganas de prender fuego todo" le susurré al oído con la vista fija en la puerta del palacio. Nos apostamos en una esquina de la Plaza, cercadas por vallas que nos ordenaron en ángulo agudo, bajo un fresno que tapaba la garúa. Ese punto minúsculo y concentrado que fuimos tiene su contrapunto en una plaza vacía como una gran metáfora de la relación del feminismo con la política ¿Alcanza para Lucía y para cada una de las que asesinan cada 30 horas que nos licuemos la bronca? ¿Alcanza el duelo?

 

El Tribunal en lo criminal Nro 1 de Mar del Plata dejó libres a los asesinos porque Farías (uno de los imputados) compró una chocolatada y facturas. Después de romper cada vestigio de intimidad de Lucia determinó por sus conversaciones que ella no era violable porque "tenía carácter" en sus chats de whatsapp. La sentencia vergonzosa solo la perfila y la caracteriza a ella como una "mala víctima" pero jamás se pregunta por el perfil de quienes comercializaban cocaína asiduamente en la puerta de una escuela secundaria. Éste es el tamaño de la misoginia arraigada al sistema judicial que tenemos literalmente enfrente. Si la ambición feminista es ser dueñas de la esquina, sabe a poco. 

 

El lunes 3 de diciembre en la sede de CTEP,  la casa de las trabajadoras de la economía popular, se decretó un paro de mujeres para el Miércoles 5 de Diciembre. La asamblea feminista porteña, convocó a más de mil compañeras que reunidas en el patio se ceden la palabra una tras otra durante horas. La violencia machista y patriarcal que nos animamos a contar solo entre nosotras no distingue color de pañuelo. Marta, la mamá de Lucía Pérez toma la palabra en primera instancia y desde el dolor y la urgencia abraza a las presentes. Más de 40 oradoras cis- fogosas le sucedieron: "Hay que exigirle a las centrales obreras que decreten un paro nacional".

 

Paula Arraigada, la primera travesti que se pronunció, pudo tomar la palabra ya entrada la noche. Dijo que por respeto a la sangre trava derramada se las deje de nombrar como disidencias y alzó la voz para pedir que dejen de ser estigmatizadas las banderas partidarias que no respondan al Frente de Izquierda. "Las cosas no se consiguen con rosca sino con miitancia, sentenció. Las trans y travestis han acompañado cada paro de mujeres y siguen sin aparecer en la consigna". Para concluir dijo "la justicia no solo es patriarcal, también es clasista, porque son las pobres las que van presas".

 

¿Es sólo Capital Federal la esquina de toda esa plaza que no estamos ocupando? ¿Cómo harán las compañeras que tienen que dar el debate, generar los consensos, organizar logísticamente y movilizar a cientos de compañeras desde el conurbano profundo y además garantizar que salgan sin balazos de goma o al menos vivas de una ciudad prácticamente militarizada? ¿Cómo lidiamos con la sensación de abandono que pueden sentir las compañeras sindicalistas de las grandes centrales obreras que dedicaron su vida a combatir la misoginia política en los gremios cuando les damos tan solo 24hs para que hagan solas lo que la última vez nos costó meses armar colectivamente? ¿Cómo se hace un paro, general, representativo, consensuado, antineoliberal? Nosotras lo sabemos, armamos tres paros: uno nacional y dos internacionales.

 

Las chispas oportunas, arrebatadoras, insumisas que encienden ciertos fuegos son cruciales. Pero más lo es la capacidad de generar las condiciones todo el año para que todas podamos parar un día.

 

"No era un ano indemne" dijo la forense. 

 

Ahora que por suerte es moda, ahora que el pañuelo verde es un must en el top 10 de la chica progre que combina el verde con el glitter de sus pestañas, ahora que el hashtag #NiUnaMenos recorrió casi todos los países del mundo, ahora es una responsabilidad del feminismo popular preguntarnos ¿de quién nos estamos olvidando? O será que hay una coya allá en el norte que construyó ladrillo a ladrillo la dignidad para las pobres y sigue presa hace tres años. Milagro Sala se llama y en la asamblea feminista fue nombrada una sola vez.  Esa violencia ¿quien la juzga?

 

"Sería muy forzado hablar de una situación de desigualdad.  Lucía no se mostraba como una chica de su edad y además había referido mantener relaciones con hombres de hasta 29 años" justificó el juez Carnevale.

 

El contexto fascista  y la conciencia de lo que puede el movimiento de mujeres nos obliga a tomar decisiones que no solo se traten de sublevar sino de conducir un espacio que nos contenga a todas. Parece esa entonces la grieta que surfea el feminismo últimamente, elegir entre campañas magenta y asambleas multitudinarias con dinámica de grupo de autoayuda o la decisión irrevocable de construir política a cada paso para algún día dejar de ser "Secretarías de genero" y ser gobierno.

 

"Debe adunársele que fue ella (Lucía) quien a las 7:19:43 am del día 8 de octubre, le envió un mensaje comenzando una conversación" defendió Carnevale a Farías.

 

Un paro. Pararnos frente. Pararnos contra. Sindicalizarnos como trabajadoras explotadas. Esa herramienta de lucha que parece liviana porque ocupa tan solo cuatro caracteres en un flyer y sin embargo contiene tanta historia de los pueblos.  Parar cuando otros no paran y solo amenazan en titulares. Quebrar en dos la historia patriarcal de nuestro país y reconciliar significado y significante de eso que llamamos justicia requiere de una construcción de base y una ambición transformadora. 

 

"Puede llamarse una relación enérgica-fuerte" La Dra Natalia Corti utilizando eufemismos.
 
Ni la cocina ni la esquina. Por Lucía y por todas las pibas siempre preferimos encontrarnos ambiciosas, furiosas, y dispuestas a ocuparlo todo. O finalmente a encenderlo. O a gobernarlo.
 

 #5D Paro de Mujeres, lesbianas y Trans, en la modalidad en la que este se pueda. Concentración y movilización desde las 17 hs en Tribunales para concluir en  Plaza de Mayo.


Texto: Lía Ghara y Cynthia Castoriano
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